En las últimas décadas se han emprendido a nivel internacional esfuerzos de conceptualización y medición de la pobreza, tanto desde una perspectiva unidimensional -considerando sólo una variable o indicador, como es el ingreso o el consumo- como multidimensional, incorporando, además del ingreso, un conjunto de dimensiones y variables tales como nutrición, acceso a bienes y servicios, acceso a activos, acceso a infraestructura pública, libertad de expresión, entre otras. Más recientemente se han agregado dimensiones del entorno: instituciones, economía, democracia, seguridad pública, género y medio ambiente.
La pobreza monetaria se define como la insuficiencia de ingresos en los hogares para adquirir una canasta de consumo aceptable socialmente, que permita satisfacer las necesidades mínimas de alimentación, expresadas en términos de requerimientos calóricos mínimos, y del disfrute de otros bienes y servicios básicos.
En la medición monetaria se utiliza el procedimiento del ingreso, basado en la línea de pobreza, la cual se define por el costo mensual per cápita de una canasta básica de alimentos (CBA) más el costo de otras necesidades básicas para alcanzar un nivel mínimo aceptable de bienestar (línea de pobreza moderada). Esos últimos incluyen vestimenta, vivienda, salud y educación, entre otros. Los hogares cuyos ingresos no alcanzan para adquirir dicha canasta son considerados en ‘pobreza’ y los que no alcanzan para adquirir la canasta básica alimenticia (línea de pobreza extrema) son ‘indigentes’ o en ‘pobreza extrema’.
En la década de 1980 la CEPAL elaboró una Canasta Básica Alimenticia (CBA) con base en una metodología del Instituto Nutricional de Centro América y Panamá (INCAP), la cual utiliza para las estimaciones de RD publicadas en su PSAL. Actualmente se encuentran en proceso de actualización, con posibilidades de homologación con los valores de la metodología oficial.
Desde principios del 2000 el Banco Mundial a nivel internacional, la CEPAL a nivel regional y el Ministerio de Economía (MEPyD) para el caso de RD realizan estimaciones de pobreza monetaria, basadas los ingresos declarados en encuestas de hogar.
Dentro del enfoque multidimensional de pobreza se dispone actualmente a nivel mundial y regional de varias mediciones: i) El índice de necesidades básicas insatisfechas; ii) el Índice de Calidad de Vida; iii) el Índice de Pobreza Multidimensional Global, este último desarrollado por Iniciativa de Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford (OPHI).
Los intentos de medición de la pobreza en forma multidimensional datan de mediados del pasado siglo XX. En América Latina, desde inicios de la década de 1980 la CEPAL propuso el Método de las Necesidades Básicas Insatisfechas (Método NBI), basadas en seis (6) posibles carencias o privaciones y se definen como pobres los hogares que presentan al menos una carencia. Con este enfoque se ha realizado mediciones con datos censales y la elaboración de mapas de pobreza para muchos países de la región.
Mediante el método de las Necesidades Básicas Insatisfechas (Método NBI) se identifican hogares que sufren de carencia o privación de bienes y servicios, recursos u oportunidades que posibilitarían su subsistencia y desarrollo.
A este procedimiento NBI se le ha criticado el que las variables seleccionadas y los cortes en las necesidades se establecen con cierto grado de subjetividad, y no mediante el análisis de herramientas estadísticas. Para superar esta limitación la pobreza ha sido medida a partir de modelos estadísticos de análisis multivariado que recogen las dimensiones, variables y factores asociados con la pobreza. El método utilizado, el Proxy Means Testing, permite calcular un Índice de Calidad de Vida (ICV), que resume el grado de pobreza de cada hogar en una escala 0 a 100.
Más recientemente, se ha formulado el método denominado Índice de pobreza Multidimensional (Método IPM), que define la pobreza a partir de diez variables sociales, con ponderadores para las variables (Alkire y Foster, 2007). Este método se viene utilizando desde 2010 en las mediciones de pobreza multidimensional de los informes mundiales de desarrollo humano del PNUD (2010, 2013, 2014).
A nivel local, en la República Dominicana en las últimas tres décadas se han utilizado diversos métodos de medición de la pobreza. El método de Línea de Pobreza (LP) ha sido muy recurrido para la pobreza monetaria, pero hasta inicios de la actual década, en que se definió una metodología oficial de medición, los resultados eran muy controversiales por la falta de comparabilidad de las mediciones, lo que dificultaba el análisis de los niveles y tendencias de la pobreza (Morillo et al., 2005). Estos problemas están ligados a la calidad de los datos de ingresos (o gastos) familiares utilizados en las mediciones y a la de las líneas de pobreza asumidas.
Los esfuerzos de medición de pobreza en República Dominicana, toma un importante impulso a fines de los 90 con los estudios y mediciones pioneras de pobreza que realiza el demógrafo Antonio Morillo desde la Oficina Nacional de Planificación, hoy Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD). Desde el año 2005 el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo realiza la medición y seguimiento a la situación de pobreza monetaria en la RD, utilizando las Encuestas Nacionales de Fuerza de Trabajo (ENFT) del Banco Central.
Las divergencias en las mediciones de pobreza monetaria fueron resueltas en 2012 con el desarrollo y adopción consensuada de una metodología oficial en el ámbito del Comité Técnico Interinstitucional de Pobreza (Decreto 112-15), conformado por el MEPyD, ONE, Banco Central, MSP, Centro Bonó, Gabinete Social, CEPAL, BM y PNUD, con la que se obtienen actualmente las cifras de pobreza monetaria del país.
Con respecto a la medición multidimensional, con ligeras variantes, desde hace más de dos décadas se viene aplicando en el país el Método NBI, mediante la utilización, de una definición convencional originalmente propuesta por la CEPAL. En dicha definición se establecen seis (6) carencias sociales, y se consideran como „pobres‟ los hogares que presentan al menos una carencia. En la definición operativa del Método NBI utilizada en el Mapa de la pobreza 2014, se amplió a quince el número de privaciones o carencias sociales utilizadas en la medición, En la identificación de la condición de pobreza por el Método NBI adoptado en ese mapeo de la pobreza se consideraron “pobres‟ los hogares que presentan tres (3) o más carencias de las quince consideradas. Este punto de corte fue establecido a partir del análisis de la distribución del número de carencias, el cual reveló que con dicho punto se obtiene, en 2011 y a nivel nacional, la tasa de pobreza multidimensional más parecida a la tasa de pobreza monetaria oficial (MEPyD, 2014).
En el Método ICV, utilizado como medida principal de pobreza multidimensional en el Mapa de la pobreza en la República Dominicana 2014, la pobreza se calcula a partir de la categorización básica del modelo de medición del Índice de Calidad de Vida (ICV) de 2013. Fue desarrollado a partir de un trabajo coordinado entre el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN) y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
Con dicho modelo se obtiene un ICV con valor en la escala 0 a 100, calculado mediante un sistema de ponderadores estructurado a partir de combinaciones lineales de un conjunto de dimensiones sociales con sus coeficientes de ponderación, donde cada dimensión es, a su vez, una combinación lineal de variables y ponderadores. El ICV sintetiza el grado de pobreza de cada hogar, lo que permite mediciones estadísticas en espacios geográficos y grupos sociales de interés para las políticas sociales.
Con el fin de mantener la comparabilidad metodológica con las dos versiones previas, en el Mapa de la pobreza en la República Dominicana 2014 se utiliza el Método ICV como medida principal de la pobreza multidimensional. Como medida adicional y en forma complementaria se utiliza una versión ampliada del Método NBI, la cual incorpora quince (15) carencias sociales.