La propuesta hecha la pasada semana por el empresario José Luis Corripio (Pepín), de crear un Código para el Primer Empleo paralelo al actual Código de Trabajo que permita que los empresarios puedan contratar con mayor flexibilidad a jóvenes sin experiencia laboral durante un período de uno a tres años, ha colocado de nuevo en la palestra pública el problema del primer empleo en jóvenes.
Debido a la falta de correspondencia entre la oferta y demanda educativa y el mercado laboral, y a la asintonía entre el nivel educativo y las habilidades o competencias requeridas por dicho mercado, los cimientos para la generación de empleos que permitan a los jóvenes desarrollar trayectorias laborales de éxito son muy débiles. Los jóvenes dominicanos salen muy mal preparados del sistema educativo, con grandes deficiencias en habilidades cognitivas.
En un documento sobre la reforma laboral en RD (en proceso de edición) del Observatorio Ciudadano del Mercado de Trabajo (OBCMETRA) advertimos que las políticas orientadas a mejorar la empleabilidad de los jóvenes deben enfocarse desde una perspectiva de trayectorias laborales, toda vez que las mismas juegan un rol importante para que las personas se ubiquen (y reubiquen) en una trayectoria laboral de éxito.
El primer empleo y las condiciones que éste tenga determinan en buena medida las trayectorias laborales y personales de los y las jóvenes. Se ha encontrado que un buen inicio en el empleo, formal, con buenas condiciones de trabajo, mejora en al menos 50% las condiciones de trabajo en los trabajos posteriores. Y la ventaja se amplía conforme avanza la edad.
Ahora bien, para generar las condiciones para un primer empleo adecuado las políticas de empleabilidad no deben empezar cuando los jóvenes dejan la escuela o acceden al primer empleo, sino desde antes, con intervenciones para mejorar la calidad de la educación básica, garantizar la conclusión de la escolaridad formal, e integrando aspectos de preparación para el mundo del trabajo. Se requieren además políticas que promuevan la expansión del sector productivo y mejoren las condiciones del entorno social y familiar.
En su programa de gobierno 2016-2020 el Presidente Danilo Medina se comprometió a implementar dos programas para apoyar a los jóvenes en su primera experiencia laboral: un programa de pasantías en empresas, focalizado en jóvenes que hayan finalizado el bachillerato para apoyar su inserción laboral, y otro de empleo preferente a jóvenes profesionales para proveer servicios en las instituciones públicas.
Desde el ámbito congresual, los intentos de consensuar y convertir en ley un proyecto, que como el de Pasantía Juvenil -varias veces aprobado en la Cámara Diputados, pero perimido- busque incentivar, promover y regular las pasantías y el aprendizaje en jóvenes, deben ser continuados. Los incentivos a las empresas mediante exención del impuesto sobre la renta y la cotización a la seguridad social deben ser reevaluados, y elaborar las propuestas técnicas que sustenten la fiscalidad, explorando varias combinaciones posibles de incentivos a la contratación de jóvenes bajo las modalidades indicadas (subsidio, crédito, exención tributaria, afiliación no contributiva, etc.). Estas propuestas deberían ser discutidas en el marco de la reforma laboral del pacto fiscal pendientes de concertar.
Sin embargo, la urgencia de desarrollar acciones que promuevan un buen primer empleo no debe ni tiene que seguir postergándose. El Poder Ejecutivo puede concertar, mediante decreto o resolución vía el Ministerio de Trabajo, acuerdos con las instituciones fiscales y de la seguridad social como los que contempla el proyecto de ley. Así, el SENASA puede asumir el seguro de salud de los jóvenes contratados, el ministerio de Hacienda y la DGII, el crédito en el pago al impuesto sobre la renta, INFOTEP, la exención al impuesto del 1%, etc.
Los jóvenes dominicanos, especialmente los que pretenden ingresar por primera vez al mercado laboral, esperan del Presidente de la República que cumpla su promesa de campaña, y de los legisladores, al menos la aprobación de la Ley de Pasantía.