En las propuestas de los ocho candidatos que compiten por la Presidencia el tema del empleo es común. La creación de empleos centraliza el aspecto económico de las propuestas que tienen los principales candidatos a la Presidencia de la República en las elecciones del domingo 15 del mes en curso. Desde diferentes perspectivas, los candidatos presidenciales prometen impulsar la creación de plazas laborales de calidad.
El incremento del crédito a los sectores productivos, el impulso a la construcción de viviendas de bajo costo, aumentar el apoyo al sector agropecuario y al turismo, son otras áreas en las que coinciden las propuestas de los candidatos, algunas de las cuales son enunciados y otras, programas de Gobierno. También hay consenso entre las diferentes visiones de los candidatos presidenciales en que los nuevos empleos deben ser creados por el sector privado, por la economía. El sector de las pequeñas y medianas empresas, como catalizador de empleos, figura en la retórica de la mayoría de los candidatos.
Sin macro
Ninguno de los programas o propuestas enfatiza en planteamientos macroeconómicos.
Los candidatos Danilo Medina, Luis Abinader, Guillermo Moreno, Hatuey De Camps, Minou Tavárez Mirabal, Pelegrín Castillo, Elías Wessin y Wessin y Soraya Aquino plantean otras áreas de la economía entre sus prioridades, según su visión particular.
La Agricultura, Turismo y el fomento de las exportaciones concitan enfoques amplios y detallados en la mayoría de las propuestas.
“El país necesita descentralizar la economía, devolviéndole al campo la fe en la producción como fuente de riquezas; para ello es necesario: agua potable, luz eléctrica, semillas mejoradas, y maquinarias que respondan a las tecnologías libre de impuestos. Al productor agropecuario le garantizaremos precios justos para sus cosechas y créditos blandos y oportunos para así lograr un agro prospero”, plantea el compromiso 6 del programa mínimo de Gobierno del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), que lleva como candidato presidencial a Hatuey De Camps.
En cuando al empleo, la promesa común de la mayoría de los candidatos, el programa del PRSD dice que garantizará con la urgencia que amerita el caso, la capitalización de las medianas y pequeñas empresas, logrando con esos créditos la multiplicación del empleo en todo el país. Dichas facilidades serán otorgadas de manera institucional, sin incidencia de las preferencias políticas o partidarias.
“El objetivo fundamental será la creación de empleos dignos a todos los niveles de la población dominicana, creando de esta forma un ciclo virtuoso de desarrollo humano y social”, expresa.
Mientras que Guillermo Moreno, candidato por Alianza País y de Alianza Electoral para el Cambio Democrático, propone implementar un modelo de desarrollo productivo que enfatice en la generación de empleos decentes, con una definida vocación exportadora. Su propuesta más amplia la hizo en la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS), donde se comprometió a estimular e incentivar las iniciativas productivas en la industria, el turismo y la agropecuaria. Contempla transformar el Banco Agrícola en un Banco de Desarrollo Rural verdaderamente capitalizado para garantizar el crédito integral en el campo dominicano.
En tanto, el candidato de la Fuerza Nacional Progresista y del Polo Soberano, Pelegrín Castillo, añade a su oferta en el área laboral—que concentra en promover el empleo digno, estable y bien remunerado, garantizar la aplicación de la regla 80/20, el fortalecimiento del sistema dual de trabajo-estudio y la apertura de oficinas de orientación e intermediación laboral con carácter gratuito—el tema de la seguridad alimentaria.
“RD tiene todas las condiciones para producir la mayor parte de los alimentos requeridos por su población y el sector turístico, e incluso ser exportador importante en la región y el mercado étnico de USA (Estados Unidos de América)”, plantea. También se propone impulsar la aplicación eficaz y transparente de la ley de energías renovables, restableciendo los incentivos que se recortaron en la última reforma tributaria, cambiar la clasificación crediticia de los equipos renovables a activos polivalentes”. Impulsar la aprobación del proyecto de Ley de Eficiencia Energética y Ahorros de Recursos, es otra propuesta de Castillo, quien explica que los objetivos “pueden traer grandes beneficios a la República”.
En tanto, la candidata presidencial del Partido de Unidad Nacional (PUN), Soraya Aquino, tiene también el empleo como su oferta insigne en materia económica. “El desempleo tiene que ver mucho con la delincuencia, y por eso hay que desarrollar un programa de empleo para la juventud”, dijo durante una entrevista en el Almuerzo Semanal de elCaribe.
En su propuesta de gobierno en materia económica, Aquino plantea un modelo que dinamice la economía y brinde salarios de calidad a los empleados. “Debemos reunirnos y pagar más sueldos y crear empleos productivos. El país es de todos y debemos rescatar las empresas privadas para ver quienes se están beneficiando”, puntualizó.
De su lado, el candidato del Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC), Elías Wessin Chávez, propone un plan que contempla acelerar el emprendimiento, generación de empleos y desarrollar la producción en tecnología, industria y artesanal.
Wessin Chávez programa invertir US$200 millones en investigación y crear el banco de cerebros, para evitar que haya una fuga de personal preparado del país.
También aboga por una pacto fiscal integral, ampliando la base impositiva, pero que desmonte “los subsidios perversos” que otorga el Estado a sectores como el transporte y empresas que no han sido productivas.
La candidata de Alianza por la Democracia (APD), Minou Tavárez, que identifica su propuesta económica como “Más mercado, mejor Estado” , tiene como un punto esencial de su propuesta el tema “Empleo/ Salario”, exponiendo que “la mejor política económica es una política enfocada en el fortalecimiento de nuestros empleos e ingresos”.
“En la República Dominicana, la mitad de la economía es informal y por tanto no registra su contribución a la creación de riquezas. Eso quiere decir que el Estado no provee suficientes incentivos como para que la gente formalice sus negocios y puedan crecer sus estructuras y fortalecer sus capacidades productivas”, plantea.
También, en una exposición más amplia de la visión económica, Tavárez Mirabal plantea que no concibe una política económica que no esté al servicio de la gente. “Es por eso que para nosotros, una política económica competitiva es una comprometida con la disminución de la pobreza, la justicia social y la equidad. Sencillamente la pobreza no es negocio para nadie. No podemos ser un país competitivo si continúan creciendo los niveles de pobreza”, argumenta.
El candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, economista de formación, propone crear junto al sector privado una “máquina de generar empleos”. Plantea fomentar políticas generales que incentiven la producción y creación de empleos en toda la economía”.
“Impulsaremos un proceso de diálogo para lograr un acuerdo nacional por la transformación productiva y el empleo de calidad que tenga el alcance y la legitimidad necesaria como para hacer la diferencia”, dice. “Sin embargo, hay otras intervenciones que son imprescindibles impulsar. En estos lineamientos solamente nos vamos a referir de manera sucinta a tres sectores: la agropecuaria, la industria y el turismo”, expresa el documento que contiene las propuestas de Abinader. Fuera de su propuesta formal, Abinader ha planteado que crearía en un gobierno encabezado por él unos 200 mil empleos anuales, alegando que los nuevos puestos de trabajo, para reducir la tasa de desempleo, deben aumentar a un ritmo superior al que crece la población económicamente activa, o la demanda de empleos.
El presidente-candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y otras fuerzas aliadas plantea en su programa de Gobierno 2016-2020 que cumplió su meta de crear en el período 2012-2016, 400 mil empleos y que va “por más políticas activas de empleos y de más facilidades para encontrarlo”. Como meta de impacto, el programa de Medina plantea crear 400 mil puestos de trabajo dignos mediante políticas de desarrollo productivo e identificando nichos en el mercado de trabajo.
“Fortaleceremos el sistema nacional de empleos, con políticas activas orientadas a la creación de empleos con énfasis en jóvenes, mujeres, madres solteras y personas con discapacidad. Impulsaremos la capacitación, la recalificación y orientación laboral a los empleados. Facilitaremos, igualmente, la práctica ocupacional en empresas”, expone el programa de Gobierno de Medina, también economista de formación.
Contempla modernizar los mecanismos de inspección y vigilancia de las condiciones de trabajo, para asegurarse que “toda empresa dominicana respete los derechos de los trabajadores consignados en la legislación”.
La propuesta de Gobierno de Medina consigna que se establecerán en todo el territorio nacional políticas de desarrollo local focalizadas en la creación de empleos, para consolidar los distintos mercados regionales de trabajo. “Dentro de las mismas, se destacan la desconcentración geográfica de la inversión pública según la cual en 2011 el 77% de la inversión se concentraba en el Distrito Nacional, pasando a 7% en el 2013-2015”.
Deuda pública y problema eléctrico, en agenda
Los temas relativos al sector eléctrico, la política tributaria y el gasto público tienen menciones importantes en las propuestas de los principales candidatos presidenciales de oposición. También enfocan que el tema de la deuda pública es tema tocado, pero mayormente por los opositores. Puntos de coincidencias generales, en el ámbito económico, los tienen todos los candidatos en las áreas vinculadas a la seguridad alimentaria, partiendo de la importancia estratégica que todos le confieren al sector agropecuario, al cual también le otorgan un papel importante en la creación de empleos. También el tema del crédito para los sectores productivos, esencialmente los pequeños y medianos, está en la agenda común de los candidatos, opositores y oficialista. El transporte tiene un enfoque mayoritario de todos los candidatos presidenciales.